Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Debo aclarar que jamás me he encontrado con un demonio que grita de tal manera, así que no puedo relacionar esta experiencia con algo conocido.

Pero… ¿Cómo es que Jesús conmina a los demonios a no pregonar que él es el hijo de Dios?

Pues tal parece que a Jesús no le gusta la publicidad. Pero algo más, los únicos que detectan que Jesús es el Mesías son el diablo y los demonios. Los demás, desde los vecinos en Belén hasta la suegra de Simón, no son capaces de detectar nada diferente en él.

Y no los culpemos. Nosotros mismos seríamos incapaces de observar al hijo de Dios, porque nuestras opiniones van a ser filtradas por todo lo que hemos vivido antes, es decir: nuestro pasado, que ya dijimos que no existe.

O mejor dicho, sí existe si tu lo pones frente a cada cosa que haces y cada decisión que tomas.

Así que no vayas a pensar que tú, sí detectarías al hijo de Dios porque eso solo resaltará tu ignorancia.

En ese sentido, los demonios impuros y diablitos de diferentes denominaciones, nos llevan ventaja.

Jesús sale ocultamente de Cafarnaún y recorre Judea.

42 Al hacerse de día salió y se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando hasta él, trataban de retenerle para que no les dejara. 43 Pero él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.» 44 E iba predicando por las sinagogas de Judea.

Está claro, él sabía por qué estaba aquí.

Si intentó explicarlo, lo complicó.