Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Aparece aquí María, a la que llaman ‘la Magdalena’ y a esta dama le han sacado, no uno, ni dos, sino siete demonios. 

¿Qué es eso de siete demonios y a quién se le ocurrió llevar la cuenta? 

Digamos que un demonio sea el robo, entonces en algún momento la Magdalena fue ladrona. 

Y mentirosa… 

Traidora y desleal. 

¿Cuántos demonios me faltan? 

Asaltadora de caminos, violadora de mercaderes y le sacaba la lengua a los niños. 

¿Qué quiere decir que tenía siete demonios? 

No tenemos la menor idea. Jamás lo sabremos. 

El cuento es que la dama en cuestión, no cumplía con la ley de Moisés. 

Además tenemos a Juana, a Susana y otras que no hicieron mérito para ser nombradas por Lucas. 

Esperen… Lucas tampoco las conoció, solo que escucho hablar de ellas. 

Así que estas mujeres fueron lo suficientemente importantes como para que los apóstoles se acordaran de ellas cuando se lo contaron a Lucas. 

¿Por qué? 

Vaya uno a saber. 

Pero fíjense otra cosa. Estas mujeres no venían a pedir, venían a dar. Estas mujeres tenían forma de colaborar. Esto fue vital. Ya no tendrían que pedir comida sino que las damas sacaban de sus chequeras personales y patrocinaban la carrera política de Jesús. 

Pero ¿Por qué estas mujeres seguían a Jesús? Igual podían seguir a los sacerdotes del templo. 

Es que Jesús era diferente. 

Se preguntaran ustedes… ¿diferente en qué?

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