El único detalle es ¿Cómo reconocer al Satanás? No te preocupes de su rostro que no vale la pena conocer, olvídate de los cuernos, el color rojo y el fuego que de seguro nunca verás porque es más peligroso que eso. Si detectas pereza, orgullo, gula, envidia, rabias, celos, peleas, guerras, destrucción, hambre, ignorancia y otros detalles similares, no tengas la menor duda: el Beelzebul está cerca.
Y no sólo lo busques afuera. Mírate tú mismo para descubrir si eres un templo del Satanás. No te preocupes, Jesús nos lo dice claro: nosotros somos más fuertes. Puedes destruir sus armas y repartir sus despojos. Eres poderoso, no lo olvides.
Aunque… ¿Para que repartir sus despojos? Eso es gastar energía en algo innecesario.
Intransigencia de Jesús.
23. «El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Dos condiciones que parecen iguales pero que no lo son.
Jesús en estas frases, aclara la determinación de su mensaje. No hay opciones. O escuchas o te lo pierdes para siempre. Esta es una de las cosas más fuertes y que no admiten duda de las cosas que dice Jesús.
¿Qué habrá motivado que él dijera eso?. Lucas se queda corto en su relato. Aunque pensándolo mejor, escriba lo que escriba, siempre se hubiera quedado corto.
Pero se aclara cuando leemos el versículo anterior. El Satanás esta en nuestra vida. Si escuchamos a Jesús, él nos dice que somos poderosos. Si lo escuchamos de verdad ya lo sabemos y actuamos conforme a esa enseñanza. Si no lo hacemos, pues nos lo perdemos.
No necesita explicación, tal vez porque en el proceso hemos aprendido: El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.